Teocracia es la soberanía de Dios sobre el género humano, y ésta no es una ideología política. La teocracia no comparte su poder y soberanía con los gobiernos terrenales, no comparte gloria; ni se riegue por razones humanos, sino que ella está sujeta al cumplimento de la sagrada escritura.
Quien sea que ostente el poder terrenal en el nombre de Dios, es un Anticristo, y no un siervo de Dios.
Por cierto, quien sea embajador del Reino de los Cielos es ministro de paz para con los hombres, ministro de reconciliación para con Dios, escoltado por Ángeles de Dios, y no por hombres armados de iniquidad e injusticias.
Entiéndase: la teocracia mora únicamente en los corazones de los hijos de Dios, de cuantos aceptan la palabra de verdad rindiéndose voluntariamente ante el Señor de señores y Rey de reyes “Jesucristo Dios hecho hombre” y no es la teocracia una política; y aun menos extensible al contexto social.
Muchos anticristos hicieron de la teocracia la abominación de los pueblos, el genocidio de los siglos haciendo uso del nombre de Cristo Jesús, cruzadas, inquisiciones, exterminios, segregación racial y religiosa, toda clase de crímenes de lesa humanidad imprescriptibles que pesan junto a la sangre de los mártires de Jesucristo sobre Imperios, Naciones, Gobiernos, Estados e Instituciones que hayan participado o consentido tales actos, en juicio de irrevocable condena, ante Dios y los hombres de buena voluntad, juicio de Dios que viene, y no se detiene.
Sal de allí pueblo mío para que no seáis participes de sus pecados ni recibas parte de las plagas que sobrevendrán.
Quien sea que ostente el poder terrenal en el nombre de Dios, es un Anticristo, y no un siervo de Dios.
Por cierto, quien sea embajador del Reino de los Cielos es ministro de paz para con los hombres, ministro de reconciliación para con Dios, escoltado por Ángeles de Dios, y no por hombres armados de iniquidad e injusticias.
Entiéndase: la teocracia mora únicamente en los corazones de los hijos de Dios, de cuantos aceptan la palabra de verdad rindiéndose voluntariamente ante el Señor de señores y Rey de reyes “Jesucristo Dios hecho hombre” y no es la teocracia una política; y aun menos extensible al contexto social.
Muchos anticristos hicieron de la teocracia la abominación de los pueblos, el genocidio de los siglos haciendo uso del nombre de Cristo Jesús, cruzadas, inquisiciones, exterminios, segregación racial y religiosa, toda clase de crímenes de lesa humanidad imprescriptibles que pesan junto a la sangre de los mártires de Jesucristo sobre Imperios, Naciones, Gobiernos, Estados e Instituciones que hayan participado o consentido tales actos, en juicio de irrevocable condena, ante Dios y los hombres de buena voluntad, juicio de Dios que viene, y no se detiene.
Sal de allí pueblo mío para que no seáis participes de sus pecados ni recibas parte de las plagas que sobrevendrán.
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